“Si aquí estamos en el debate de que si Manolo Jimenez está capacitado o no, yo me levanto y me voy, porque eso es que está clarísimo”.
Esta frase acuñada por una de las bocas que más entiende de futbol en nuestra Expaña, hizo mella en no pocos corazones sevillistas de unos pocos años atrás. La famosa frase, dicha en un contexto futbolístico tanto deportivo como societario totalmente distinto a la que hoy vivimos, acarreó no pocos silbidos y broncas de nuestra “gran” afición en las personas no sólo del Presidente (por aquellas fechas “libre” de toda sospecha judicial) y de aquel entrenador que muchos prefieren no recordar pero que yo lo nombro cada vez que me da la real gana: D. Manuel Jiménez Jiménez, sino también en muchos de los que nos encontrábamos en nuestra casa.
Por supuesto que el panfletero en cuestión no actuaba en solitario, alrededor pululaba otra caterva de entendidos del futbol que sólo tenían la misión de dinamitar todo lo que olía a Sevilla FC.
Dicho esto y después de leer a Jesús Alvarado en su enésimo articulo de protesta quiero deciros que si bien, vaya por delante, no todo es como Alvarado lo plantea, lo que sí es cierto es que esto no va por el camino que debe ir. Si es verdad que además de todo lo que estamos viendo, padeciendo y sintiendo (no sólo Alvarado, claro), que a lo jugadores se le adeudan nóminas, señores, este Sevilla de mi alma, va a segunda sin remisión. Lo quieran o no lo quieran tanto el Presidente, el Consejo de Administración como la afición. Y lo peor es que aún pagándoles, el final no está todo lo claro que al parecer lo teniamos algunos en fechas veraniegas.
También he leído este párrafo que no es menos cierto: “Hace diez años y medio, cuando José María del Nido accedió a la presidencia del club, el Sevilla no lucía títulos europeos en su palmarés, pero tan digno era su despliegue sobre el campo dentro de sus limitaciones técnicas, que el rival tenía que sudar sangre, y mucha, para derrotarlo. Jugar con aquel Sevilla......era como ir al dentista. Hoy, el contrincante tiene que hacer poco, muy poco, para que este Sevilla descapitalizado en su potencial deportivo acabe hincando las rodillas en la hierba.” Y esto que he leído no tiene contestación alguna, tan sólo para seguir dándole vueltas a la pelota, comentar que siempre nos acordamos de otros tiempos. Pero no. Este Sevlla de mi alma, con el entrenador al frente y el 80% de la plantilla siguiéndole, no es el “cambio de ciclo” que imaginábamos muchos.
Por enésima vez, nuestro entrenador volvió a “tocar los eggs” (y de eso sabe tela). Volvió a plantar en la portería a un portero que no me explico cómo puede comerse lo que se come un partido tras otro y seguir siendo titular. Volvió a dejar en el campo a un delantero que se quejaba de su suplencia cuando teníamos a O’Fabuloso y a nuestro gran F. Kanouté. Un delantero que le puede más su desidia que las ganas de llegar a ser algo en el futbol (se conformara con ser convocado con la selección española), por ello, por lo que está haciendo desde que llegó, salvo “algunas raras exceciones”, soy de la opinión que este tío se ha convertido en UN PAQUETE.
Sacó a un lateral argentino que no está ni para jugar con el Sevilla At. En fin, para qué hacer más sangre en esta herida que cada partido aumenta más de tamaño.
Yo, como no entiendo de futbol (Alvarado y muchos dixit) ni tengo ni puñetera idea de qué va esto hoy en día, tan sólo me quedan dos cosas: Escudo y afición.
A ver cuántos pueden presumir de lo mismo.