Esta mañana ha tenido un accidente grave de moto el periodista bético Andrés Ocaña.
Ha sido en Recaredo, junto A San Roque, y el cual ha estado a punto de costarle la amputación de una pierna.
Afortunadamente parece su que se la han podido salvar y yo que me alegro por ello.
Eso sí, lo cortés no quita lo valiente y ya volveré a cagarme en sus muelas en cuanto se ponga a escribir o escupir sobre el Sevilla FC, porque este accidente no me hace olvidar la tirria y la inquina que lleva vertida desde hace mucho sobre el Grande del Sur de España.
Pero lo dicho, que me alegro por él. Que dentro de lo malo, bueno es que no le queden más que cicatrices en el cuerpo.
Enviado desde mi GT-I9505 mediante Tapatalk